Acceso a salud para mujeres venezolanas migrantes en Colombia: desafíos, brechas y la urgencia de políticas con enfoque de género

Acceso a salud para mujeres venezolanas migrantes en Colombia desafíos, brechas y la urgencia de políticas con enfoque de género

Más de 1.2 millones de mujeres migrantes venezolanas en Colombia enfrentan persistentes barreras para acceder a servicios de salud, a pesar del Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos (ETPV). Esta población, mayormente en edad fértil y con responsabilidades familiares, vive una crisis silenciosa que pone en evidencia las fallas estructurales y sociales del sistema sanitario colombiano. Este artículo examina con profundidad los obstáculos, sus causas, su impacto en la salud pública y las perspectivas para construir un sistema más inclusivo y equitativo.

Migración femenina venezolana en Colombia: un fenómeno que exige respuestas integrales

Colombia ha sido pionera en América Latina al implementar el ETPV, mecanismo que formaliza la situación migratoria y garantiza derechos básicos, incluyendo la salud y la educación. Sin embargo, aunque la regularización documental es un paso crucial, la realidad cotidiana revela que el acceso efectivo a servicios esenciales sigue siendo limitado para muchas mujeres migrantes.

Según el Ministerio de Salud y Protección Social, más de 1.2 millones de mujeres venezolanas están registradas bajo este estatuto, pero enfrentan barreras que van desde dificultades burocráticas hasta discriminación en la atención sanitaria.

Barreras para el acceso a salud: la percepción de exclusión y sus raíces

El Observatorio Nacional de Migración y Salud (ONMS) documenta que un elevado porcentaje de mujeres migrantes jóvenes, especialmente entre 18 y 29 años, considera que el acceso a servicios de salud es difícil o muy difícil. Esta percepción responde a una combinación de factores estructurales y sociales que limitan la garantía del derecho a la salud.

Uno de los principales obstáculos es la complejidad del proceso de afiliación al sistema de salud colombiano. A pesar del ETPV, muchas mujeres desconocen los pasos necesarios o enfrentan demoras administrativas que dificultan su acceso a atención preventiva o curativa. La falta de redes de apoyo que acompañen estos procesos agrava la situación, dejando a un sector vulnerable al margen del sistema.

Discriminación y desigualdad territorial: dos caras de una misma exclusión

Además de las barreras administrativas, la discriminación y el trato desigual en los centros de salud agravan la exclusión. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alerta que la estigmatización por origen migratorio y género desincentiva la búsqueda de atención médica, con consecuencias negativas para la salud física y mental de las mujeres migrantes.

Esta exclusión se intensifica en zonas rurales y fronterizas, donde la infraestructura sanitaria es escasa y la población migrante suele estar en condiciones socioeconómicas precarias. Entre las mujeres mayores de 70 años migrantes, un porcentaje significativo reporta la imposibilidad de acceder a servicios de salud, reflejando la desigualdad territorial y generacional.

Salud materna y perinatal: un desafío prioritario

Las brechas en la atención materna y perinatal son un indicador crítico del acceso a la salud para estas mujeres. El Observatorio de Migraciones señala déficits en controles prenatales y vacunación, lo que aumenta los riesgos para madres e hijos y genera costos adicionales para el sistema de salud colombiano

La falta de atención oportuna afecta no solo el bienestar individual, sino que también tiene impacto en la salud pública y en los objetivos de reducción de morbimortalidad materna e infantil.

Educación y salud: vínculos imprescindibles para la integración

El acceso a la educación, particularmente para niñas y mujeres jóvenes migrantes, disminuye con la edad, limitando su capacidad para acceder a información vital sobre salud sexual y reproductiva, y afectando su autonomía económica y social. Según datos del ONMS, esta realidad condiciona directamente las oportunidades de mejorar las condiciones de vida y salud de esta población.

La doble carga del cuidado: una barrera invisible

Muchas mujeres migrantes asumen la responsabilidad del cuidado de niños, adultos mayores o personas con discapacidad sin contar con redes de apoyo, lo que limita su disponibilidad para buscar atención médica y cuidar de sí mismas. Este fenómeno agrava su vulnerabilidad y requiere respuestas políticas y sociales integrales.

Políticas públicas con enfoque interseccional: clave para la equidad

Reconociendo la complejidad de la situación, el DNP y Migración Colombia promueven políticas con enfoque interseccional que consideren género, condición migratoria, etnia y contexto socioeconómico para diseñar intervenciones inclusivas que faciliten la afiliación al sistema de salud, mejoren la capacitación del personal sanitario y fortalezcan la oferta de servicios con calidad y equidad.

Retos para el sistema sanitario colombiano y oportunidades

La incorporación de una población migrante tan amplia implica desafíos en infraestructura, recursos humanos y sistemas de información. La Organización Mundial de la Salud (OMS) resalta la necesidad de fortalecer capacidades para monitorear la inclusión y los resultados en salud, además de impulsar investigación en salud migratoria para orientar políticas basadas en evidencia.

Así mismo, garantizar el acceso efectivo a servicios de salud para mujeres migrantes venezolanas es un indicador fundamental del avance hacia un sistema sanitario inclusivo y equitativo en Colombia. La superación de las barreras actuales requiere compromiso político y técnico, y la implementación de políticas integrales con enfoque de género e interseccionalidad, para asegurar la salud como derecho universal y pilar de cohesión social.