Declaración de emergencia sanitaria por circulación del virus de Fiebre Amarilla – Todo lo que tiene que saber

Emergencia sanitaria en colombia por Fiebre Amarilla

La reciente declaratoria de emergencia sanitaria por parte del Gobierno Nacional de Colombia, motivada por la circulación activa del virus de la fiebre amarilla en diversas regiones del país y el latente riesgo de expansión hacia centros urbanos, representa una medida para la protección de la salud pública. Este anuncio subraya la necesidad de intensificar las acciones de prevención, vigilancia y control de una enfermedad con potencial epidémico y alta letalidad, tal como lo monitorea de cerca la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) en la región de las Américas. La medida busca salvaguardar la vida de la población, contener la propagación del virus y mitigar sus posibles efectos en la salud colectiva. En esta revisión de Consultorsalud, encontrarás toda la información clave para los equipos sanitarios y la población en general.

Resurgimiento de la Fiebre Amarilla en las Américas: Un contexto epidemiológico preocupante

Desde la década de 1970, la fiebre amarilla ha resurgido como una amenaza significativa para la salud pública en las Américas. Considerada endémica en 13 países y territorios de la región, la enfermedad continúa generando brotes y lamentables pérdidas de vidas. En un punto de inflexión en 2014, el virus trascendió los límites de la Amazonia, un fenómeno que algunos expertos atribuyen a modificaciones en la interacción entre primates no humanos, mosquitos vectores y poblaciones humanas.

La OPS/OMS mantiene una vigilancia epidemiológica constante de la situación, con el objetivo de proporcionar información actualizada y las mejores prácticas para mitigar el impacto de la enfermedad. Su labor se centra en garantizar una respuesta coordinada entre los países de la región, ofreciendo apoyo técnico y estratégico en la crucial tarea de prevención y control de la fiebre amarilla.

Declaratoria de emergencia sanitaria en Colombia: medida para la protección de la población

Emitida ayer 17 de abril de 2025, la declaración de emergencia sanitaria en Colombia responde a la identificación de una circulación activa del virus de la fiebre amarilla en varias regiones del país, con una especial preocupación por el riesgo de que la enfermedad se extienda hacia áreas urbana. La decisión gubernamental enfatiza la primacía del derecho a la vida y a la salud, buscando una acción conjunta con expertos para detener la propagación de la fiebre amarilla.

Un llamado urgente a la ciudadanía para vacunarse contra la fiebre amarilla a partir de los 9 meses de edad, incluyendo a las personas mayores de 59 años, es un componente central de esta medida. La evidencia de que las personas fallecidas en el brote actual no estaban vacunadas subraya la crítica importancia de aumentar las coberturas de inmunización. Se insta a las entidades territoriales a priorizar la vacunación de toda la población mayor de 9 meses en los municipios de alto riesgo y a fortalecer la estrategia de intensificación en el resto del país.

Boletines epidemiológicos del INS 2025: Vigilancia y panorama de la Fiebre Amarilla

El Instituto Nacional de Salud (INS), a través de su Sistema de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila), realiza un monitoreo constante de eventos de interés en salud pública, incluyendo la fiebre amarilla. La información es notificada semanalmente por las entidades territoriales y consolidada en boletines epidemiológicos semanales (BES). Estos boletines son herramientas informativas que presentan el comportamiento de los principales eventos de interés en salud pública, mostrando los casos notificados por las instituciones de salud, entidades territoriales y distritos.

Los estudios presentados en los boletines, como los correspondientes al periodo epidemiológico I (con corte al 25 de enero de 2025) y II (con corte al 22 de febrero de 2025), son de tipo observacional descriptivo. Utilizan como fuente principal la notificación semanal del evento 310 (fiebre amarilla) al Sivigila, realizando una posterior depuración y clasificación clínica y epidemiológica de cada caso, adoptando la definición de caso vigente en el protocolo de vigilancia en salud pública. Estos informes permiten un seguimiento detallado de la situación epidemiológica y son fundamentales para la toma de decisiones en salud pública.

En el contexto del brote actual, el INS ha emitido actualizaciones específicas, como la del 29 de enero de 2025, referente al brote de fiebre amarilla en la zona rural del departamento del Tolima. Este brote, iniciado en octubre de 2024, ha evidenciado la circulación del virus en áreas rurales dispersas, considerándose un foco de origen selvático. La activación de la Sala de Análisis de Riesgo nacional y el despliegue de un Equipo de Respuesta Inmediata (ERI) del INS en la zona demuestran la magnitud de la respuesta ante esta situación.

Los casos de Fiebre Amarilla están distribuidos en nueve (9) departamentos

Hasta la fecha, se han confirmado casos de fiebre amarilla en los departamentos de Tolima (59 casos), Putumayo (7), Nariño (2), Caquetá (2), Huila (1), Vaupés (1), Cauca (1), Meta (1) y Caldas (1). Las defunciones asociadas a la enfermedad se han registrado en ocho departamentos: Tolima (23 muertes), Putumayo (5), Caquetá (1), Nariño (1), Caldas (1), Cauca (1), Huila (1) y Meta (1).

Riesgo potencial de reemergencia

Establece el Ministerio de salud que si bien desde 1929 no se ha reportado transmisión urbana de fiebre amarilla en Colombia, existe un riesgo potencial de reemergencia, debido al ingreso frecuente de personas a áreas enzoóticas —donde circula el virus en su ciclo silvestre a través de especies de mosquitos de los géneros Sabethes y Haemagogus— y su posterior desplazamiento a zonas urbanas ubicadas por debajo de los 2.200 metros sobre el nivel del mar, donde habitan especies transmisoras del ciclo urbano como Aedes aegypti y Aedes albopictus.

El seguimiento epidemiológico ha identificado casos en centros poblados y periferias urbanas de municipios con baja densidad poblacional, lo que evidencia el riesgo de expansión hacia centros urbanos de mayor tamaño.

Frente a este escenario, la vacunación continúa siendo la herramienta más efectiva para el control de la fiebre amarilla. En el análisis de los casos fatales se ha evidenciado que las personas fallecidas no estaban vacunadas, lo que resalta la urgencia de aumentar las coberturas. Las entidades territoriales deben priorizar la inmunización de toda la población mayor de 9 meses en los municipios de alto riesgo y fortalecer la estrategia de intensificación en el resto del país.

Signos y síntomas de la Fiebre Amarilla

La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por la picadura de mosquitos infectados. En sus primeras 24 horas puede manifestarse con síntomas como fiebre, dolor de cabeza y malestar general. En las siguientes 72 horas, los síntomas suelen intensificarse con manifestaciones gastrointestinales como vómito, diarrea y dolor abdominal. A partir del quinto día, pueden presentarse signos como ictericia (coloración amarilla en la piel y los ojos) y sangrado, que en personas no vacunadas puede conllevar a la muerte. Es una enfermedad altamente prevenible mediante vacunación, y su letalidad oscila entre el 40 % y el 50 %.

“Lineamientos vigilancia 2025” del INS: Estrategias clave para la vigilancia de la Fiebre Amarilla

El documento “Lineamientos nacionales para la vigilancia en salud pública 2025” del INS17 establece directrices fundamentales para la gestión de la vigilancia de eventos de interés en salud pública (EISP), incluyendo la fiebre amarilla. Su objetivo principal es definir los lineamientos para la identificación, análisis, valoración y modificación del riesgo de los EISP en todos los niveles del sistema de salud.

Notificación y alerta temprana

La fiebre amarilla se encuentra dentro del grupo de eventos de interés en salud pública de notificación súper inmediata. Esto implica que todos los casos probables deben notificarse de manera individual e inmediata al Sivigila 4.0, a través de captura en línea o escritorio, para optimizar la oportunidad de las acciones individuales y colectivas. El Sivigila emite alertas automáticas por correo electrónico al nivel nacional y a las secretarías de salud departamentales o distritales correspondientes. La notificación oportuna por parte de toda la red de operadores (UNM, UPGD y UI) es crucial para la detección temprana y la respuesta efectiva.

Definición de caso

La vigilancia de la fiebre amarilla se basa en la adopción de la definición de caso descrita en el protocolo de vigilancia en salud pública vigente. Esto incluye definiciones operativas para casos probables, confirmados por laboratorio (RT-PCR o ELISA IgM), confirmados por nexo epidemiológico y casos confirmados vacunales. Es fundamental la correcta clasificación de los casos para la implementación de las acciones de control adecuadas.

Estrategias de vigilancia epidemiológica para la fiebre amarilla

Los lineamientos contemplan diversas estrategias de vigilancia, incluyendo la vigilancia pasiva (basada en la notificación rutinaria de casos), la vigilancia activa (búsqueda intencionada de casos) y la vigilancia basada en comunidad (VBC). La VBC, a través de la Red de Vigilancia Basada en Comunidad (REVCOM), juega un papel crucial en la identificación temprana de casos sospechosos y en la promoción de la vacunación, fortaleciendo la capacidad de detección en el territorio. Se promueve la formación de vigías comunitarios en municipios de alto riesgo para esta labor.

Investigación epidemiológica

Ante la notificación de casos probables o confirmados de fiebre amarilla, se debe realizar una investigación epidemiológica de campo exhaustiva. Esta investigación debe recopilar información detallada sobre los antecedentes vacunales, el desplazamiento a zonas de riesgo con actividades que hayan podido generar exposición al vector y la historia de migración, incluyendo el tránsito irregular en zonas de frontera o focos activos. La investigación entomológica de campo también es relevante, especialmente en casos de confirmación de fiebre amarilla urbana, para actualizar datos sobre la presencia y distribución del Aedes aegypti.

Diagnóstico de laboratorio

Los lineamientos resaltan la importancia del diagnóstico por laboratorio para la confirmación de casos. Se recomienda el diagnóstico virológico mediante PCR en los primeros 7 y hasta 10 días de enfermedad, o ELISA IgM en fase convaleciente, con una interpretación cuidadosa debido a la posible reactividad cruzada en áreas con otros flavivirus circulantes. El INS fortalece la red nacional de laboratorios de salud pública para garantizar la calidad y oportunidad de las pruebas diagnósticas. Las Empresas Administradoras de Planes de Beneficios (EAPB) deben garantizar la toma y envío oportuno de muestras de suero de los casos probables a los laboratorios territoriales.

Respuesta a brotes

La preparación ante brotes es una línea estratégica fundamental. Esto implica la revisión y actualización constante del inventario nacional y subnacional de vacunas para planificar una respuesta rápida ante emergencias. Ante la confirmación de un brote, se activan Equipos de Respuesta Inmediata (ERI) a nivel territorial y nacional para apoyar las acciones de vigilancia y control.

Comunicación del riesgo

La comunicación del riesgo es una actividad esencial para la prevención y el control de la fiebre amarilla. Los lineamientos instan a intensificar las acciones de comunicación del riesgo y las medidas de prevención, como la vacunación para el ingreso a zonas con casos activos y de riesgo en el territorio nacional. La difusión periódica de la información resultante del análisis de la vigilancia es un insumo fundamental para la toma de decisiones y la generación de acciones de prevención y control.

Vacunación contra la Fiebre Amarilla

La vacunación se reafirma como la principal medida de prevención contra la fiebre amarilla. El esquema de vacunación en Colombia tiene como objetivo la población de 1 a 19 años en todo el territorio nacional; sin embargo, en las zonas de alto riesgo se vacuna desde los 9 meses de edad, incluyendo a la población mayor de 60 años. Se destaca que la vacuna es gratuita, segura y eficaz, brindando protección de por vida con una única dosis. La verificación del antecedente vacunal es fundamental, y la información debe ser registrada adecuadamente.

Recomendaciones clave para la contención y prevención de la Fiebre Amarilla

En el contexto de la declaratoria de emergencia sanitaria y basándose en los lineamientos y la situación epidemiológica actual, se enfatizan las siguientes recomendaciones clave:

  1. Reforzar la vigilancia epidemiológica: Es crucial fortalecer la capacidad de detectar rápidamente cualquier caso sospechoso de fiebre amarilla, incluso en áreas no tradicionalmente afectadas.
  2. Intensificar la vacunación: Asegurar coberturas de vacunación óptimas, alcanzando al menos el 95% de la población en áreas de riesgo, es fundamental para interrumpir la transmisión.
  3. Garantizar el diagnóstico por laboratorio: Mantener y fortalecer la capacidad diagnóstica a través de la red de laboratorios es esencial para la confirmación oportuna de casos.
  4. Fortalecer el manejo clínico: La detección temprana y el seguimiento especializado de los pacientes graves son medidas clave para reducir la morbimortalidad asociada a la enfermedad.
  5. Mantener la preparación ante brotes: Revisar y actualizar los planes de respuesta y los inventarios de vacunas a nivel nacional y subnacional es crucial para una intervención rápida y efectiva.
  6. Comunicación continua del riesgo: Informar y educar a la población sobre las medidas de prevención, la importancia de la vacunación y los signos de alarma es fundamental para la participación en la contención del brote
  7. Coordinación territorial mediante Puestos de Mando Unificado (PMU): En el departamento del Tolima se han realizado 22 sesiones de PMU, una en Caldas y una a nivel nacional con la participación de autoridades locales, departamentales y nacionales.

Desde Consultorsalud seguiremos informando de manera oportuna y técnica sobre la evolución de esta emergencia sanitaria por circulación activa del virus de Fiebre Amarilla.