
El cierre financiero del año 2023 de Nueva EPS, presentado recientemente, ha generado interrogantes sobre las razones detrás de su tardanza y las medidas adoptadas para solucionar los problemas estructurales que lo retrasaron. Bajo la dirección del Dr. Bernardo Camacho Rodríguez, agente interventor designado por la Superintendencia Nacional de Salud, la entidad ha entregado un informe detallado que expone las causas del rezago y las acciones implementadas para garantizar una gestión más eficiente y transparente en el futuro.
Un rezago histórico en la gestión financiera
El informe revela que al inicio de la intervención forzosa administrativa, el 3 de abril de 2024, Nueva EPS enfrentaba un acumulado inicial de 12 millones de facturas pendientes por procesar, con un valor aproximado de 4,3 billones de pesos. Este atraso no solo reflejaba problemas operativos, sino también fallas estructurales heredadas de administraciones previas.
Entre las principales causas identificadas se encuentran:
- Política de pagos basada en promedios históricos: Las administraciones anteriores priorizaban pagos a las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) según promedios históricos mensuales, en lugar de basarse en la facturación procesada y auditada. Este método generó inconsistencias contables y acumulación de facturas sin procesar.
- Ausencia crítica de información: Para junio de 2024, se detectó que los Registros Individuales de Prestación de Servicios (RIPS) eran eliminados una vez ingresados en las bases de datos. Esto dificultó la validación y cierre oportuno de los estados financieros.
- Sistemas tecnológicos obsoletos: El sistema utilizado para procesar facturas carecía del soporte tecnológico adecuado, lo que obligaba a realizar gestiones manuales. Este factor no solo comprometió la integridad de la información, sino que también prolongó significativamente los tiempos operativos.
Una intervención enfocada en la transparencia y modernización
Desde el inicio de la intervención, el equipo liderado por el Dr. Camacho ha implementado medidas correctivas para abordar estos problemas estructurales. Según el agente interventor, “para lograrlo, está en proceso de contratación e implementación inmediata una robusta herramienta informática que incluye robótica, ciencia de datos e IA para transparentar los procesos de radicación de las facturas y el ejercicio de una rigurosa auditoría médica concurrente. Este proceso de depuración no solo representa un ejercicio de transparencia sin precedentes, sino que también marca el inicio de una nueva etapa para Nueva EPS, caracterizada por una gestión eficiente, transparente y sostenible de los recursos del sistema de salud”.
La nueva herramienta tecnológica promete transformar radicalmente la forma en que se procesan las facturas y se auditan los servicios médicos. Este enfoque busca no solo resolver el rezago histórico, sino también prevenir futuras acumulaciones mediante procesos más ágiles y confiables.
El compromiso con los afiliados
A pesar del impacto inicial del rezago financiero en la operación diaria, Nueva EPS reafirma su compromiso con sus afiliados y con la sostenibilidad del sistema de salud colombiano. La intervención no solo busca sanear las finanzas actuales, sino también sentar las bases para una gestión más eficiente a largo plazo.
Con estas acciones, Nueva EPS se posiciona como un actor clave en la transformación del sistema nacional de salud hacia un modelo más transparente y sostenible.